El entorno de la sierra de Guadarrama era una región de dominio musulmán muy expuesta al pillaje y a las cabalgadas cristianas. Para defender esta zona y la gran urbe de Toledo, el emir musulmán Muhammad I (852-886) diseña una red de atalayas y fortificaciones entre las que se encuentra lo que con el paso de los siglos, daría lugar a la ciudad de Madrid. En origen no fue más que un hisn o fortaleza militar en un puesto elevado para facilitar el control de la región y la guarnición de tropas. Con el tiempo la fortaleza se rodeo de un pequeño núcleo urbano de viviendas y algunas mezquitas que pasaron a ser fortificadas para su protección.
-Muchísimas gracias a Rafael Núñez, Víctor Jané y Luis Gil por traernos este magnífico módulo para Aquelarre. Domo arigato!-
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