Anuk Shleger, monje de la orden de Creton, se encontró con el basilisco Verhu en el año 565 y anotó las profecías susurradas por esta criatura. Estos textos perdidos llegaron a conocerse como las Escrituras Sin Nombre. 300 años después, mientras trabajaba en una nueva catedral, Los Basiliscos de Dos Cabezas, una rama ortodoxa de la orden de Creton, descubrió la tumba de Schleger y con ella las Escrituras. Desde entonces, todos los eventos descritos en ellas se han cumplido. Las profecías son absoluta y objetivamente verdaderas y, por lo tanto, han suplantado a todas las demás escrituras.
Alrededor de esta catedral ha crecido Galgenbeck, la ciudad más grande que jamás haya existido.
-Muchísimas gracias a Tupac Zuleta por traducir, maquetar y compartir esta maravilla con todos nosotros. Y agradecimientos masivos a Vic por remasterizarla y dármela a conocer. Thanks a lot!-
No hay comentarios:
Publicar un comentario