En tiempos antiguos, la Ciudad Sin Nombre (ahora llamada T'elku Lhar, por aquellos que han oído hablar de ella), estaba gobernada por un poderoso rey hechicero llamado Ictezoma'a.
Después de que los habitantes y esclavos de la gran ciudad se levantaron contra él, el rey fue asesinado, pero sin que ellos lo supieran, su séquito personal se llevó su cuerpo en secreto a un valle oculto en lo profundo de la jungla, siguiendo sus últimas instrucciones.
Lo sellaron en el cubo abovedado en la cima del Zigurat Negro, que había sido preparado en secreto, matando a todos los que lo habían construido en un horrible ritual. Después de que su séquito lo trajo hasta aquí y lo colocó dentro, se unieron a él en la muerte, sin saber que su servicio sería para siempre.
Los rituales y hechizos lanzados por Ictezoma'a lo mantienen en un estado perpetuo de no-muerte ensoñada, y su forma momificada espera que el Zigurat reclame suficientes vidas para traerlo de regreso a este reino y reconstruir la Ciudad Sin Nombre para gobernar una vez más.
Su cámara funeraria y su sarcófago de obsidiana aún están custodiados por su guardia ceremonial, pero el valle donde se asienta obscenamente el Zigurat Negro es un lugar de muerte. Diversos campeones y tribus han sucumbido a la maldición del Zigurat Negro y han caído bajo su influencia; con cada vida perdida en el valle, el Zigurat parece crecer y alimentar con su poder profano el cuerpo del soñador y temido rey.
Incluso los animales más temibles de esta jungla, desde las ranas venenosas hasta los simios carnívoros que gritan, todos le sirven.
Los cazadores tribales han llenado el valle de numerosas trampas y lazos (dispositivos de astucia letal) para convertir este lugar en una pesadilla aún mayor para cualquiera que ponga un pie en la zona influenciada por el Zigurat Negro.
Y con cada vida que se cobra, esa zona va creciendo.
-Por aquí les dejo la última tradumaquetación de cosecha propia; una ampliación para el magnífico juego de rol Kal-Arath. ¡Que la disfruten!-
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