sábado, 24 de octubre de 2015

DungeonQuest


Han pasado mil años desde la caída del malvado mago T’Siraman, pero los hombres aún temen entrar en su oscura fortaleza del Castillo Dragonfire, que ocupa lúgubre y amenazador en lo alto del Despeñadero del Wyrm. En los pueblos que se apiñan a su sombra, se narran historias que hablan de fabulosos tesoros que
llenan las mazmorras del castillo, y de las cosas que las guardan. Los viejos se acercan a sus hogares y hablan de ruidos cuyos ecos cruzan el valle en la noche, cuando el castillo parece que cobra
una vida propia y maligna. Los pocos que regresan de día; con ojos entornados y reluctantes a contar sus aventuras. Ninguno ha regresado jamás después de la caída de la noche.
La luz rojiza del amanecer comienza a consumir la niebla otoñal, y cuatro pares de ojos miran hacia el amenazante torreón. Cuatro mentes que reflejan los cuentos de los pueblerinos, y cuatro manos
agarrando las empuñaduras de sus cuatro armas: Sir Rohan el Caballero, con su brillante armadura y gran espada; Ulf Grimhand, el Bárbaro del lejano norte, con su enorme hacha de doble hoja; El-Adoran el Explorador, con su mortífero arco largo y espada corta de guardián de los bosques; y Volrik el Valiente, el Aventurero fanfarrón. ¿Locos o héroes? Sólo el tiempo lo dirá.

-Gracias a Fran F G  por el excelente trabajo realizado- Thanks!!-

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